Mas que noticias, los periodistas deben encontrar historias, salir con los sentidos
abiertos, detectar el conjunto de elementos que surgen en torno al hecho que cubren:
rostros, lenguaje corporal, sensaciones, sentimientos. El periodista los transmite al lector
según el tipo de información y el género que esté manejando. La crónica y el reportaje
explican la realidad, la interpretan; esto es distinto de opinar. Las opiniones implican
juicios de valor, mientras que la interpretación requiere de datos que sustenten. Si el
periodista va más allá de lo que realmente sabe, estará opinando. La línea que separa el
juicio de valor del juicio de hecho es muy delgada, por eso se requiere rigor. Si decimos
“las imponentes pirámides”, estamos dando un juicio de hecho, porque realmente son
imponentes, pero si se dice “un imponente trabajo”, estamos haciendo un juicio de valor.
Esta comparación nos muestra lo fina que es la diferencia.
Si el desempleo ha bajado y hay cifras que lo sustentan, el periódico puede titular:
“Mejora la situación laboral”. Ese caso está haciendo un juicio de hecho. Sin embargo,
cuando el dato es demoledor, no hace falta interpretar nada, por ejemplo cuando se titula:
“Dos de cada cinco kilómetros tienen grietas”. Lo importante es avisarle al lector del grado
de intervención del periodista en la información, de esta manera no habrá manipulación.
Se trata de mantener una actitud preventiva.
Ejemplo:
SI
SE QUIERE SE PUEDE
Por:
Fabiana Mejía
El día 10 de diciembre del
2004 a las 10:52 a.m.en la ciudad de Santa Marta nació Angélica Sofía Rodríguez
Ponce, era una niña muy hermosa, de piel clara, ojos grandes, gorda y de
cabello negro liso. A sus 5 años se
convirtió en una niña alegre, extrovertida, carismática, le gustaba bailar,
desfilar como reina, por esa razón los papas creían que cuando grande querría
ser reina o bailarina como piensan todas las niñas de esa edad, sin pensar que
se llevarían una sorpresa al transcurrir
los años.
Una Navidad el niño Dios le
trajo unos patines, a ella no le agradó del todo ya que
no le atraía mucho el deporte ya que
quería una Barbie como todas las
niñas de su edad, pero al ver a sus otras vecinas patinando ella quiso aprender,
su padre la ayudaba a sostenerse mientras ella hacía el intento por aprender,
fueron muchos los golpes que se dio y muchos días de esfuerzo, sus "amiguitas" se
reían porque ellas si sabían hacerlo
bien y sin ayuda, Angélica se sentía triste y lloraba al ver como se burlaban, pero
ella nunca se rindió y todos los días intentaba manejarlos mejor, hasta que 5
semanas después patinaba mejor que sus amigas y sin la ayuda de su padre e
intentaba hacerlo como toda una profesional.
Los
padres de Angélica creían que el
tema del patinaje era algo pasajero, que era solo para aprender y ser mejor que
sus vecinas, pero todo cambió el 20 de abril del 2013 cuando tenía 8 años de
edad, llegó diciéndole a sus padres que
quería estar en una escuela de patinaje, estos se sorprendieron al escuchar
esas palabras ya que nunca pensaron que su hija se llegara a interesar por algún deporte, en ese momento pensaron en
los gastos económicos que le traería, sin embargo hicieron el esfuerzo y la
apoyaron, a las semanas ingresó al Club Mar Caribe, donde todas las tardes entrenaba
en El Poli Deportivo, donde el entrenador
enseñabalas técnicas para patinar como una profesional, como por ejemplo
dar las vueltas en la pista, aunque no
solo la aconsejaba la manera de patinar, también le decía que se alimentara
saludablemente.
Dos meses después gracias a
su esfuerzo y dedicación tuvo la oportunidad de participar en su primera
competencia en su ciudad de origen, sus padres felices estuvieron apoyándola,
ellos no creían mucho en que Angélica
pudiese quedar entre las 5 mejores, al final se llevaron la gran
sorpresa que haya quedado en el primer lugar,
ganándose la medalla de oro, sus papá emocionado la felicitó y le dio un
fuerte abrazo y muchos besos, mientras ella lloraba de la felicidad; Al llegar
a su casa con una enorme sonrisa le contaba a todos sobre su triunfo.
Con el paso del tiempo
Angélica se seguía esforzando en los entrenamientos para seguir mejorando en
las competencias, donde en una de estos gozo del
privilegiode ganar otra medalla de oro demostrándole a los que desconfiaron de
ella, que si podía. En el mes de septiembre viajó en compañía de su padre a
Cartagena para participar en una competencia; al llegar a la pista de patinaje
las otras contrincantes se burlaban de ella por su estatura ya que era la más
bajita de todas, cuando se encontraban en la línea para iniciar las niñas la
miraban y le decían que no iba a poder, al sonar el pitazo tuvo un buen inicio,fue
dejando una a una atrás, quedando así en el tercer lugar, ganándose la medalla
de bronce, aunque el esfuerzo no le alcanzo para el oro pudo demostrar que no
por la estatura se puede subestimar a una persona; a sus padres, amigas y a los demás logro
comprobarle que con esfuerzo, dedicación
y trabajo durose puede alcanzar lo que se quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario