martes, 18 de noviembre de 2014

INTERPRETACIÓN


Mas que noticias, los periodistas deben encontrar historias, salir con los sentidos
abiertos, detectar el conjunto de elementos que surgen en torno al hecho que cubren:
rostros, lenguaje corporal, sensaciones, sentimientos. El periodista los transmite al lector
según el tipo de información y el género que esté manejando. La crónica y el reportaje
explican la realidad, la interpretan; esto es distinto de opinar. Las opiniones implican
juicios de valor, mientras que la interpretación requiere de datos que sustenten. Si el
periodista va más allá de lo que realmente sabe, estará opinando. La línea que separa el
juicio de valor del juicio de hecho es muy delgada, por eso se requiere rigor. Si decimos
“las imponentes pirámides”, estamos dando un juicio de hecho, porque realmente son
imponentes, pero si se dice “un imponente trabajo”, estamos haciendo un juicio de valor.
Esta comparación nos muestra lo fina que es la diferencia.
Si el desempleo ha bajado y hay cifras que lo sustentan, el periódico puede titular:
“Mejora la situación laboral”. Ese caso está haciendo un juicio de hecho. Sin embargo,
cuando el dato es demoledor, no hace falta interpretar nada, por ejemplo cuando se titula:
“Dos de cada cinco kilómetros tienen grietas”. Lo importante es avisarle al lector del grado
de intervención del periodista en la información, de esta manera no habrá manipulación.
Se trata de mantener una actitud preventiva.

Ejemplo:


SI SE QUIERE SE PUEDE
Por: Fabiana Mejía

El día 10 de diciembre del 2004 a las 10:52 a.m.en la ciudad de Santa Marta nació Angélica Sofía Rodríguez Ponce, era una niña muy hermosa, de piel clara, ojos grandes, gorda y de cabello negro liso. A sus 5 años  se convirtió en una niña alegre, extrovertida, carismática, le gustaba bailar, desfilar como reina, por esa razón los papas creían que cuando grande querría ser reina o bailarina como piensan todas las niñas de esa edad, sin pensar que se llevarían una sorpresa  al transcurrir los años.
Una Navidad el niño Dios le trajo unos patines, a ella no le agradó del todo  ya  que no le atraía mucho el deporte ya que  quería  una Barbie como todas las niñas de su edad, pero al ver a sus otras vecinas patinando ella quiso aprender, su padre la ayudaba a sostenerse mientras ella hacía el intento por aprender, fueron muchos los golpes que se dio y muchos días de esfuerzo, sus "amiguitas" se reían  porque ellas si sabían hacerlo bien y sin ayuda, Angélica se sentía triste y lloraba al ver como se burlaban, pero ella nunca se rindió y todos los días intentaba manejarlos mejor, hasta que 5 semanas después patinaba mejor que sus amigas y sin la ayuda de su padre e intentaba hacerlo como toda una profesional.
 Los  padres de Angélica  creían que el tema del patinaje era algo pasajero, que era solo para aprender y ser mejor que sus vecinas, pero todo cambió el 20 de abril del 2013 cuando tenía 8 años de edad,  llegó diciéndole a sus padres que quería estar en una escuela de patinaje, estos se sorprendieron al escuchar esas palabras ya que nunca pensaron que su hija se llegara a interesar  por algún deporte, en ese momento pensaron en los gastos económicos que le traería, sin embargo hicieron el esfuerzo y la apoyaron, a las semanas ingresó al Club Mar Caribe, donde todas las tardes entrenaba en El Poli Deportivo, donde el entrenador  enseñabalas técnicas para patinar como una profesional, como por ejemplo dar las vueltas en la pista, aunque  no solo la aconsejaba la manera de patinar, también le decía que se alimentara saludablemente.
Dos meses después gracias a su esfuerzo y dedicación tuvo la oportunidad de participar en su primera competencia en su ciudad de origen, sus padres felices estuvieron apoyándola, ellos no creían mucho en que Angélica  pudiese quedar entre las 5 mejores, al final se llevaron la gran sorpresa que haya quedado en el primer lugar,  ganándose la medalla de oro, sus papá emocionado la felicitó y le dio un fuerte abrazo y muchos besos, mientras ella lloraba de la felicidad; Al llegar a su casa con una enorme sonrisa le contaba a todos sobre su triunfo.
Con el paso del tiempo Angélica se seguía esforzando en los entrenamientos para seguir mejorando en las competencias, donde en una de estos gozo del privilegiode ganar otra medalla de oro demostrándole a los que desconfiaron de ella, que si podía. En el mes de septiembre viajó en compañía de su padre a Cartagena para participar en una competencia; al llegar a la pista de patinaje las otras contrincantes se burlaban de ella por su estatura ya que era la más bajita de todas, cuando se encontraban en la línea para iniciar las niñas la miraban y le decían que no iba a poder, al sonar el pitazo tuvo un buen inicio,fue dejando una a una atrás, quedando así en el tercer lugar, ganándose la medalla de bronce, aunque el esfuerzo no le alcanzo para el oro pudo demostrar que no por la estatura se puede subestimar a una persona; a  sus padres, amigas y a los demás logro comprobarle  que con esfuerzo, dedicación y trabajo durose puede alcanzar lo que se quiere.

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